lunes, 27 de julio de 2009

Energizante

"Recuperar los recursos naturales". Frase célebre de las pasadas elecciones (en éstas y otras voces), algo olvidada a esta altura -como tantas otras cuestiones claves hace un mes y que ahora son sólo recuerdos-, pero no por eso un tema que haya perdido vigencia.

Retomémoslo, y volvamos, principalmente, sobre los recursos energéticos. Veamos rápidamente dos gráficos: primero el de la producción de petróleo en la Argentina, y luego el de la producción de Gas en nuestro país. Quedaron graficados cuatro años: 2003, 2005, 2008 y 2009, creo que bastante representativos de la evolución de las variables (la info original, aquí).

(1) Petróleo

El petróleo fue, casi innegablemente, uno de los commodities más beneficiados por el boom de precios de los últimos años. Es cierto que ya pasaron esas épocas, pero la utilidad del "oro negro" no ha quedado de lado. Lamentablemente nuestro país parece haber olvidado esto, y avanzado por un camino sin retorno: entre enero 2003 y enero 2009 la producción cayó cerca de un 14%, porcentaje que se repite con pocas variaciones en todos los meses para los que se tiene datos. No sólo eso, sino que éste año estamos repitiendo la mala performance del pasado, con un total acumulado algo menor. Basta ver el 2005 como año intermedio para notar la forma en que progresivamente el país fue generando menos petróleo.


(2) Gas


La información referente al Gas no presenta un panorama más favorable. Aunque en este caso el gráfico no muestre tan claramente una retracción en la cantidad producida, basta ver los meses de julio, agosto y septiembre del 2003, 2005 y 2008 para entender la paulatina pérdida de capacidad productiva local. Un elemento adicional completa un dibujo poco agradable: en cada uno de los meses del 2009 se produjo menos que en el mismo mes de 2008.


Causas, consecuencias y perspectivas. Señalar causas de un proceso así se asemeja mucho a señalar culpables. Hay voces para todos los gustos: en contra de los subsidios, los techos en los precios, la poca voluntad de la privatizadas y la falta de interés del Estado. Todas causas conducentes a pocas inversiones, poca exploración y progresivo agotamiento de los recursos ya existentes. Fuere lo que fuere, la ausencia de un plan integral energético queda a la vista con estos gráficos. Las consecuencias son sabidas: cortes energéticos a la industria, importaciones de gas, de petróleo, prohibiciones para exportar, etc. Sintéticamente, inviernos en los que las bajas temperaturas ponen en riesgo la capacidad energética, y veranos en los que las altas temperaturas encienden splits, y rojos en la provisión de luz. Perspectivas: por ahora nada claras, en una coyuntura donde lo que se debatía antes del 28 de junio, por el momento, parece haber quedado atrás.

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