(1) Mañanas campestres
Esta semana el campo hizo poca tapa. Y poca tapa implica tanto como un olvido. Y antes del olvido, las cosas se van diluyendo. “Ya no es lo que era la protesta ruralista”, titulaba Página/12 el martes, coloreando parte del lienzo de las portadas de diarios. Al mismo tiempo, Buzzi decía que de prolongarse la protesta “podría seguir habiendo acatamiento, pero nos pone a todos en una situación de irracionalidad muy alta”. A otra cosa tractorazo, y el campo vuelve a sentarse y negociar. “Terminó el paro, pero sigue la tensión”, tituló La Nación el sábado, donde dejó expuesta abiertamente la idea de que hasta diciembre habrá mucho ruido y pocas nueces.
(2) Sobredosis de TV
Por ello, donde no hubo campo, hubo Ley de Radiodifusión. Y donde hubo Ley de Radiodifusión -¿será necesario explicitarlo?- hubo confusión mediática. “Aceptan negociar cambios en la ley de radiodifusión” (tapa de La Nación, martes); “El titular del COMFER transmitió (…) una directiva que nació en Olivos: `La ley de Radiodifusión hay que votarla como está´” (Clarín, miércoles); “Cristina: `Seguro habrá cambios en el proyecto de Radiodifusión´” (El Cronista, miércoles). Dichos y desdichos: hipótesis. Las palabras dedicadas al tema, cuando la prensa es el blanco del asunto, indudablemente son muchas. Tantas y tan diversas, que en su columna del miércoles en Clarín van der Kooy llegó a especular –excéntricamente- con algo parecido a un cacerolazo: “Rossi supone que la efervescencia social de aquellos días (los de la 125) no se repetiría ahora con la ley contra los medios. Pero ese mismo cálculo falló antes: tampoco el jefe del bloque imaginó que el conflicto con el campo llegaría al punto que llegó”.
El mismísimo Cobos –hombre de tan pocas palabra como Reutemann- participó del convite mediático. “Esta ley es fundamental y no hay que apurarse para sacarla”, dijo el jueves (con la consecuente repercusión de la tapa de Clarín del viernes). Y añadió un condimento llamativo: “La ley debe hacerse con el aporte del actual Congreso y tiene que tener resolución con los que asuman en diciembre”. Indudablemente, los legisladores, para Julio Cleto, deberían trabajar a medias en lo que les queda de mandato: discutir sí, votar no.
Tres son los ejes controvertidos en el debate mediático: la autoridad de aplicación (el quién la conforma es la clave a definir), el ingreso de las telefónicas al negocio de la caja boba y la revisión cada dos años de las licencias. Y sobre estos tres, para sonrisa del caballero y anécdota en la cartera de la dama, basta ver estos dos párrafos y entender la desinformación que cubre al asunto:
Dice Página/12 (viernes): “Los miembros de la conducción de la bancada oficialista ya están abocados, junto a técnicos del Comfer, a realizar modificaciones para darle mayor precisión al texto del proyecto e introducir algunos cambios en los temas más cuestionados por opositores y aliados: las características y composición de la autoridad de aplicación, ponerle límites al ingreso de las telefónicas al negocio de los medios de comunicación y modificar el artículo 40 sobre la revisión cada dos años de las licencias”.
Dice La Nación (viernes): “Gabriel Mariotto, dejó en claro que no aceptará modificaciones sustanciales en el proyecto y que mantendrá incólumes sus pilares: éstos son el dominio del Gobierno sobre la autoridad de aplicación de la norma, a cargo de adjudicar y prorrogar las licencias; el ingreso de las empresas telefónicas en el mercado audiovisual, y la drástica reducción de licencias que podrá tener un mismo dueño”.
(4) Cerca de la Revolución
Más allá del palabrerío, la buena nueva semanal es que después de tanto futurismo, se volvió al presente. En los pasados siete días no abundaron –contrariamente a lo que venía sucediendo en semanas previas- especulaciones presidenciales marca 2011. Tampoco rumores de renuncias y traiciones por la espalda. Quizás, la nota disonante la brindó Morales Solá, el miércoles, cuando se entusiasmó con Duhalde, Reutemann y la posibilidad de que el peronismo pierda las próximas elecciones. Con sus comentarios cerramos la columna semanal, para que recordando la palabra con C, reconsideremos sus apreciaciones: "Reutemann tiene dos condiciones muy importantes: es honesto de cabo a rabo y sabe controlar la política de una manera propia y desconocida, pero la controla", explicó Duhalde entre íntimos. ¿No es demasiado tranquilo y sereno para la Argentina?, le preguntaron. "La Argentina necesita un período de descanso después de tantos años de saltos, de tumbos y de sorpresas", respondió.”
2 comentarios:
excelente nota, excelentes ilustraciones-(incluída la de Chema).
muy bueno, che!
si siguen saliendo con esta calidad estos semanarios van a convertirse en un clàsico!
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