martes, 19 de mayo de 2009

Japón, Argentina y el Financial Times

¿Quién encauza a un país por la senda del éxito económico y quién por la de la crisis? ¿Cómo diferenciar reformas duraderas de aquellas políticas de corto plazo exitosas?

Lo sé, ambas son preguntas de las mil y una respuestas. Y además en el medio están la política y los votos que cada tantos años se reparten entre los triunfadores, y un sinnúmero de incentivos cruzados. Sin embargo, pensar este tema puede ser bastante provechoso por varias razones, entre ellas, para evitar caer en las soluciones de ciertos mesías y, como decía Mingo, en los buitres económicos. Por ejemplo, salió ayer en la sección del Financial Times del Cronista, una nota sobre la crisis de Japón y las "lecciones" que esta podía dejar:

"Muchos consideraron, equivocadamente, que el brote de crecimiento japonés era resultado de las políticas de gobierno, una línea afirmada por el ex primer ministro Junichiro Koizumi, que repetía “no hay crecimiento sin reforma”. Lo que debería haber dicho era “no hay crecimiento sin demanda externa”. Casi toda la expansión que se vio durante su período en el poder coincidió con una demanda fuerte por parte de Estados Unidos, China y otros países. Esa demanda está ahora en caída libre y con ella se fue cualquier esperanza de expansión."

En zona de tormenta, difícil salir a contradecir algo así. Entonces, se escucha la respuesta obvia: "El gobierno no hizo nada en pos del crecimiento; y peor aún, no hizo nada para evitar que la expansión se frenara con una caída de las exportaciones. Las reformas no fueron tales y la culpa es local". Pero ¿hasta qué punto la autonomía comercial y económica de un país es tal, como para permitirle evitar que la contracción exterior pegue localmente?

Vayamos al caso local:


Ahora podríamos repetir el párrafo de Japón, aplicado a la Argentina, dado que coincidencias -salvando la infinidad de diferencias que separan a los dos países- sobran. El crecimiento local de los últimos años también estuvo más que impulsado por el sector externo. En el medio, sobraron políticos afirmando las bondades de las "reformas" llevadas adelante. Pero ahora, como se ve en el cuadro de arriba, las exportaciones tienen un ritmo acumulado de caída del 22% para lo que va del año y entendiblemente, las proyecciones de crecimiento para el país, en 2009, varían entre el 2% y el -5%. Sea el resultado que sea, la cuesta está para abajo.

Seguido, podríamos decir que las mismas razones que afectaron a Japón, lo hicieron sobre la Argentina, sin salirnos del argumento del Financial Times. Pero sin dudas, estaríamos errando en la propuesta. A eso iba el post -creer o no-: establecer causalidades del tipo exportaciones, entonces crecimiento y más allá de eso la nada, y entender la realidad en base a ellas, es algo sumamente costoso para pensar la realidad y da lugar a la infinidad de "hipótesis" que se leen todos los días.

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