Jugando a la política nacional: La Salada

Hace unos días Alfonso Prat Gay publicó una defensa -dentro de ciertos parámetros, buena- de la actividad comercial en La Salada. La cuestión es que el candidato a diputado de la CC, el chico favorito de Lilita, además de sostener que el comercio en esa feria implicaba una posibilidad de salida para personas sin otras opcciones, dejo entrever, a través de su artículo, alguna que otra crítica para el Gobierno. Casulamente, una de ellas decía así:

"La Salada que Santiago Montoya no quiere ver nos muestra el espíritu emprendedor de los que tienen menos recursos y más dificultades. El Gobierno debería trabajar para integrarlos al sistema, no para marginarlos aún más."

El receptor de la crítica era el Gobierno, pero a través del por entonces recaudador de la Provincia de Buenos Aires, Santiago Montoya. Leo yo: Montoya es la expresión de un Gobierno que no hace nada para colaborar con los que menos tienen.

Pero Montoya, unos días más tarde, dijo algo así: "(...) criticó al oficialismo por "haber perdido parte de la capacidad de escuchar a la sociedad". Entonces Montoya se fue, y Prat Gay quedó criticando a quien ahora pareciera ser un nuevo opositor del Gobierno para junio, eso sí, no con la CC.

La nota de color: ahora los de La Salada le ofrecieron trabajo a Montoya (digamos que en chiste, pero con suficiente repercusión para salir en los medios).

Vueltas de las política.