lunes, 29 de junio de 2009

¿Qué te pasha Clarín?

Las acciones de Clarín un 26% arriba... más de lo que sacó Pino.

Nerviosos, nerviosos, no creo que estén.

domingo, 28 de junio de 2009

Krugman y Salud

Más voces sobre la cuestión de la salud en Estados Unidos. Digo, ahora Krugman salió a refutar la idea de que los mecanismos de mercado pueden funcionar en la atención médica. Su líneas son una clara oposición al planteo del Economist que comentamos en el post del otro día ("En épocas de gripe..."). Habla Paul:

"Health care is not a bowl of cherries. Or a carton of milk, or a loaf of bread. Both George Will and Greg Mankiw basically argue that we don’t need a government role because we can trust the market to work — hey, we do it for groceries, right?

Um, economists have known for 45 years — ever since Kenneth Arrow’s seminal paper — that the standard competitive market model just doesn’t work for health care: adverse selection and moral hazard are so central to the enterprise that nobody, nobody expects free-market principles to be enough. To act all wide-eyed and innocent about these problems at this late date is either remarkably ignorant or simply disingenuous."

Tendencias elecciones 2009

Las ideas previas de Artemio no estaban muy acertadas... Los resultados, según las mesas escrutadas, están así:

Provincia de Buenos Aires

1) Francisco: 34,7%
2) Néstor: 32,1%
3) Margarita: 21,1%
4) Martín: 5,9%

Capital Federal:

1) Gabriela: 31%
2) Pino: 24,2%
3) Alfonso: 19%
4) Carlos: 11,68%

Update: 00.36 hs. Política en tiempo real. Mañana se verán los resultados finales...

Domingo de figuritas y resultados

Artemio nos da los primeros resultados de las elecciones (en verdad imagino que serán los últimos resultados, de encuestas de ayer). Eso sí, vienen en código y en forma de figuritas. Igual, no hay que tener habilidades extraordinarias para entenderlas.

Capital.................................................... ................ y Provincia:


















Todo, en la previa del domingo. En una elección que, según Clarín, "Decide el futuro del kirchnerismo", por lo que, pienso, nada tendrá que ver con el país.


(Update: haciendo click en las imágenes aparecen los % de cada uno de los candidatos)

sábado, 27 de junio de 2009

En épocas de gripe...

Ya que la campaña electoral terminó dando pie para la discusión del alcance de lo privado y lo público en sectores claves de la economía, vale la pena ver un poco cómo se discute eso mismo, pero en Estados Unidos.

Hace unos días habíamos estado hablando del sistema de salud en ése país, y de una de las reformas que se estaban analizando actualmente (comentada por Krugman): la introducción de un sistema de salud público, en paralelo al privado, como medio para incentivar la competencia, mejorar la atención y reducir costos. En ese mismo post se había mencionado que, para sorpresa mía, los estadounidenses rehuían a una intervención plena del Estado aún en épocas de crisis, y seguían confiando en los mecanismos de mercado para solucionar las cosas.

Pero la cuestión no queda ahí. Los argumentos en contra de éste sistema paralelo donde participa el gobierno, también comenzaron a ver la luz. Es en el artículo principal del Economist de ésta semana donde se esgrimen estos argumentos, y se critica al rol estatal en la salud, dado que, plantean, podría perjudicar la innovación y distorsionar el mercado:

"Another option, favoured by many Democrats and the president, is for the government to step in with a results-based plan of its own, to compete against the private industry.That could harm innovation and distort the market further. Mr Obama should use it as a threat, rather than implement it now. If the private sector does not meet certain cost-cutting targets in, say, five years, a public-sector plan should automatically kick in. Such a prospect would encourage hospitals and doctors to accept a painful but necessary reform now."

¿Cuál es la solución que propone el Economist frente al problema en USA? Una especie de seguro compulsivo de cobertura, que todos puedan pagar, y del que nadie (ni los "malos asegurados", o sea, gente mayor o enferma) pueda quedar excluido:

"All you need do is “mandate” everyone to take out health insurance, much as drivers are legally required to have car insurance. Poorer Americans would get subsidies, and (as with car insurance) insurance-providers would be forced to offer affordable plans and not exclude the sick or the old."

Ahora bien, ¿para qué nos sirve esto en la latitud sur? Tomando el caso de Estados Unidos podemos deducir dos preguntas claves para definir la necesidad de un intervencionismo estatal: 1) ¿Es capaz el sector privado de proveer el bien o servicio respectivo en las cantidades socialmente necesarias?; 2) De no ser capaz, ¿cómo debería el Estado brindar ese bien o servicio? Ver estas preguntas aplicadas al ejemplo de la salud tal vez deje más claros los conceptos. Primero, es evidente que, al haber 50 millones de estadounidenses sin cobertura de salud, el sector privado no está brindando el servicio de la salud en las cantidades necesarias. Por ello, el Estado debería intervenir, y ahí es donde viene la segunda cuestión: ¿Debería dar directamente el servicio? ¿Debería ser el único proveedor? O, ¿es preferible que imponga un marco regulatorio mejor? ¿Se pueden imponer reglas claras sin una amenaza creíble?

En esas cuestiones está el debate, y es dentro de este marco que se puede pensar la organización económica. Siempre y cuando no estemos inmersos en un sistema de economía centralizada –cosa que no creo que exista en la Argentina-, donde el Estado amplifica sus roles, las “privatizaciones” o “estatizaciones” tienen que ser evaluadas desde una visión que contemple benficios y costos sociales, de forma holística (que comprenda múltipes aspectos).

Basta recordar un ejemplo: al privatizar los trenes en la Argentina, se hacía relucir el argumento de que eran deficitarios. Pero, ¿alguien incluía en ese cálculo los beneficios económicos derivados de la existencia de esos trenes (reducción de costos de transportes, actividad económica en pueblos distantes, puestos de trabajo derivados, etc., etc.)? Lamentablemente en la Argentina no se pensó así. Y basta ver declaraciones de los últimos días, para darse cuenta que las cosas, mucho, no cambiaron.

miércoles, 24 de junio de 2009

Elecciones 2009: encuesta definitiva

Siguiendo la cuenta regresiva que varios medios tienen a la vista, podemos decir algo con certeza: quedan horas para las elecciones. La seguridad se reduce si pretendemos dar con el resultado de las mismas. ¿La razón? En las últimas semanas no se mostró otra cosa que encuestas cambiantes, y candidatos con ganas de cambiar las encuestas.

Hace unos días
publicamos una encuesta de tendencias para las elecciones, haciendo uso del Google Trends*. Esta página permite ver cuántas búsquedas tuvo una palabra, y cuántas apariciones en contenidos informativos. En el caso de los candidatos, es un claro reflejo del interés que despiertan y de la repercusión mediática que tienen. Vamos, ahora sí, con la actualización de esa encuesta.


Líderes políticos en la Provincia de Buenos Aires

Por la importancia que tiene la Provincia de Buenos Aires, las elecciones en ese distrito pasaron a ser prácticamente una cuestión nacional. Dejemos algo en claro: cuatro de los cinco, o seis, presidenciables del país se juegan de forma más o menos directa su futuro en ese distrito. Estos son Kirchner, Scioli, Macri y Carrió. De Narváez es un caso aparte, dado que, por cuestiones legales, no podría ser presidente.


Confirmando la tapa de La Nación de hace unos días, donde, en base a un análisis de Poliarquía se sostenía que de Narváez aventajaba levemente a Kirchner, Google Trends muestra lo mismo. Las búsquedas del candidato de Unión-Pro pegaron un salto importante para mediados de mayo, y aunque ahora parecieran haberse estancado, siguen bastante por encima de las de Kirchner. Podemos suponer que, en verdad, esta serie muestra las consecuencias del artículo de The Nation: o sea, ante la sorpresa, la gente quizo saber quién era el que estaba ganando en la provincia. De todas formas, son así los resultados con los que trabajamos. Lo que pareciera indudable es que las elecciones estarán polarizadas entre estos dos, y serán voto a voto.

Para el último dato que se tiene, Macri, Carrió y Scioli se muestran cabeza a cabeza en nivel de búsquedas. Hay que recordar que Mauricio no se postula, pero su actuación y exposición en estas elecciones fue muy fuerte. En cuanto a Lilita, ella sí se postula, pero en Capital, aunque es el nombre fuerte dentro de su partido también en la Provincia. Las series muestran un salto importante en los casos de Scioli y Carrió en los últimos días, reflejo, sin dudas, de que la gente se acordó de que tenía que votar. Macri mantiene su presencia desde hace un tiempo largo.

¿Respuestas para el 2011? La polarización no ayuda mucho para analizar los datos. Macri no es de Narváez, Scioli aparece menos porque está Kirchner, y ya dijimos, Carrió se postula en Capital.
¿Respuestas para el domingo? Con certezas, no las hay.


Líderes políticos en Capital Federal

Las elecciones porteñas son un nicho de coloridos. Desde que se dieron a conocer algunas encuestas que dan a Pino Solanas segundo, las certezas previas quedaron por el piso. Y Google Trends, en este caso, también muestra ese creciente interés por el líder de Proyecto Sur: es actualmente el candidato con más búsquedas, por encima de Michetti.


La señorita del PRO tiene asegurado el primer puesto, y puede ser por ello que la gente no esté mostrando un deseo mayor por conocerla, dado que es un voto que desde hace tiempo está confirmado. Pino sí juega con el efecto sorpresa a favor porque, ni en películas, se lo veía con la medalla de plata colgada en el pecho el día después. Prat Gay podría ser el gran perdedor del domingo porteño, consecuencia de que Heller está estancado cerca del 10% desde semanas atrás. Las búsquedas de Prat Gay, no obstante, muestran un leve repunte en los últimas días, pero probablemente sea una cuestión más de interés electoral que personal.

El domingo, las elecciones, pondrán un punto final a este asunto de tanta especulación. Y basta de cuentas regresivas, slogans y declaraciones mediáticas. Que la vida continúa.


*Nota metodológica: los resultados provienen del programa experimental Google Trends, de búsquedas en la Argentina . Este permite obtener una comparación doble: volumen de búsquedas en internet y aparición en noticias publicadas en la web, como ya se mostró. Puede haber problemas obvios con los resultados de las búsquedas, dado que un mismo apellido puede pertenecer a varias personas, y por lo tanto al comparar la tendencia se estarían sumando búsquedas que no son (utilizar los nombres quita fuerza a los resultados).

Con fragancia a Pino

Respuestas de Franciso de Narváez en una entrevista de hoy, en Clarín. El dilema estatizador, por fin resuelto, eso sí: a favor. Textuales:

"¿Cree que deberían ser estatizadas Edesur y Edenor?
Sí, claro, garantizando el servicio y lo que tienen que ser las tarifas sociales. Hay que tener servicios sociales de calidad y eso lo tiene que garantizar el Estado.

Perdón, ¿ustedes devolverían a manos del Estado las eléctricas?
No la generación y el transporte, pero sí la distribución final. Metrogas también.

¿Y los ferrocarriles deberían ser estatales?
Deberían prestar un servicio público adecuado. Hoy son una vergüenza.

¿Y qué habría que hacer con YPF? ¿Estatizarla?
Sí, creo que sí. Sería muy diferente el país si pudiéramos controlar el precio de la energía. El principal problema que tiene la Argentina es la pobreza estructural. El 50 por ciento es pobre."

martes, 23 de junio de 2009

Volver al futuro

Para sopresa de todos, el INDEC había publicado en febrero los datos del PBI del cuarto trimestre de 2008, adelantando más de un mes la difusión de esta info con respecto a la fecha que habían anunciado originalmente (fines de marzo). En medio de este hecho sumamente insólito, el gobierno "justificó" la emisión de los datos como una forma de dar señales claras de que la economía no se había frenado... El dato mostraba que en ese trimestre el producto interno había crecido un 4,9% con respecto al mismo del año anterior. La respuesta no fue la esperada: se dio lugar así a las sospechas de que también el PBI era una de las tantas estadísticas que habían caído en manos non-gratas.

La cuestión es que hace unos días el INDEC publicó los resultados de PBI del primer trimestre de 2009 y, junto con estos datos -y como siempre pasa-, mostró la serie de evolución del producto en el 2008. Y nos volvió a sorprender: ahora nos enteramos que el crecimiento de los últimos tres meses del 2008 fue del 4,1%. Ergo: el PBI creció a fines del año pasado un 0,8% menos de lo que nos habían dicho inicialmente (4,9% vs. 4,1%). Desaceleración de la economía en retrospectiva.

Los cuadros que lo comprueban (primero el publicado en junio, luego el de febrero):



Es cierto que trimestre a trimestre se modifican las cifras pasadas, por recálculos y etc. Pero resultan raras dos cosas: primero, la gran diferencia entre dato y dato, dado que en un contexto de crisis, un 0,8% de crecimiento no es despreciable. En segundo lugar, al publicarse la info en febrero, se "recalcularon" los datos de los tres trimestres pasados, todos al alza. ¿Qué pasó ahora? Sugiero preguntarle al Doc.

domingo, 14 de junio de 2009

Domingo de Película

Un párrafo bastó para ponerle color a este domingo de película. Digo, un párrafo en la nota principal del Clarín de hoy (no cualquiera, sino el último), fue suficiente como para generar la respuesta de dos de los principales ministros del gobierno. Leamos qué dice este parrafito, parte de un guión pretencioso, llamado campaña electoral:

"Tampoco Daniel Scioli saldría indemne de un escenario semejante. Kirchner, como ya lo hizo tantas veces, podría pedirle al gobernador otra tarea inesperada: asumir su banca de diputado. ¿Para dejarle la provincia a Alberto Balestrini? No. Kirchner podría buscar la gobernación bonaerense para él. ¿En qué oportunidad? Es una de las cartas más escondidas del oficialismo: convocar a elecciones generales anticipadas. Ya tienen fecha: el 10 de marzo. Pondrían en juego la Presidencia. Pero Kirchner apostaría en esa jugada por Buenos Aires, como último refugio de poder. Algo que nunca entregó desde que comenzó su carrera política hace más de dos décadas."

Y es por esas palabras que la respuesta, inminente, apareció a la vista de los espectadores:

"Los ministros Randazzo y Fernández desestimaron una versión periodística que sostiene que, en caso de una derrota electoral en territorio bonaerense, una de las hipótesis que baraja el kirchnerismo es adelantar los comicios generales para marzo de 2010"

Pero el guión de este film no queda ahí. El tipo de cambio (o sea, cuántos dólares tiene en el bolsillo la familia de clase media que mes a mes cobra su sueldo en pesos -porque si el tipo de cambio como herramienta de campaña no significa eso, ¿qué significa?-) es otro de los ejes o locaciones de esta road-movie. Y en ese sentido, mientras que una ministra del gobierno , Debora Giorgi, sale a afirmar públicamente que "el tipo de cambio es más que adecuado" (lo mismo hizo Kirchner hace unos días), dos voces de candidatos opositores (y opuestos entre ellos) no dudaron en afirmar lo contrario: "Prat Gay y Ripoll creen que habrá devaluación". Paradojas del destino.

Y si de vaticinios se trata, los periodistas creen ver en la realidad todas las señales que, bien leídas, permiten ver el desenlace del film (como si nos encontráramos en Sexto Sentido). Es por eso que la importancia de cada mínimo acto, frase y movimiento, cobran, a esta altura de la campaña, una dimensión suprema. Se encuadran en este marco el "efecto Alfonsín", el "Gran Cuñado", la causa de la efedrina, las fotos de Cobos, las "candidaturas testimoniales", la campaña sucia, y la influencia de las encuestas sobre el voto de la gente (y no las encuestas como reflejo de la intención de voto de la gente). Todo de película

miércoles, 10 de junio de 2009

La alegría es sólo brasilera

Si de política y crecimiento se trata, no hay que hacer un esfuerzo supremo para encontrar una dicotomía: crecer mucho y ganar votos, resignando -tal vez- un crecimiento sostenido a futuro (el llamado "recalentamiento"); o crecer moderadamente, resignando ahora votos, pero garantizando un alza del producto continuada en el tiempo. El caso argentino reciente, muchas veces, se termina explicando a través de estos caminos supuestamente opuestos (pienso yo que aplicar esta receta conceptual no teniendo en cuenta particularidades históricas es un error demasiado fuerte, en el que se termina cayendo vez tras vez, y que en verdad requeriría un análisis más profundo del esgrimido por los argumentos políticos y periodísticos que lo sostienen). Pero hoy no vamos a hablar de la Argentina.

Es en esta discusión donde Brasil entra como el caso raro. Una frase de Obama, de hace unos meses, basta para explicarlo: "Lula es el político más popular de la tierra". Y sí, Lula es desde hace tiempo un político con una aceptación mucho mayor a la de cualquier otro en el mundo. Pero la cuestión no queda ahí... Brasil acaba de entrar en la denominada "recesión técnica", o sea, dos trimestres consecutivos de caída del PBI, y es en ese contexto donde la popularidad de Lula llegó a sus máximos históricos. Dice el Cronista de hace unos días: "La entrada en recesión técnica se produce en momentos en que el mandatario cuenta con un 80% de popularidad, según el último sondeo realizado por el Instituto Ibope, difundido ayer".

Veamos un gráfico para entender un poco más la situación. En un eje, el crecimiento, en el otro el porcentaje de aceptación (o sea, la imagen positiva) de Lula entre el pueblo de Brasil. Los datos salen de las encuestas que realizan periodicamente Pesquisa CNT/Sensus, públicas para ver online. En las series se ven argumentos y contraargumentos a la hipótesis que comentamos al principio: con menor o mayor cercanía, la series de PBI e imagen positiva, evolucionan de forma sumamente similar entre agosto de 2004 y septiembre de 2008. Eso quiere decir: cuando la economía estaba bien, la gente miraba con mejores ojos a Lula; si la actividad se frenaba, el disgusto crecía. Pero ahí es cuando entra el cuarto trimestre del año pasado a romper con este esquema: el PBI se derrumba -crisis de por medio- y la imagen sigue subiendo.

Lejos está de poder darse una explicación exhaustiva a este comportamiento, pero sí se pueden aventurar algunas hipótesis que podrían estar detrás:

1)
la evolución positiva de la imagen de Lula no estaba relacionada con el crecimiento del país, sino con el tipo de gestión que estaba realizando. Cuando el presidente dice "fuimos los últimos en entrar en la crisis, y vamos a ser los primeros en salir", la gente le cree.
2) la crisis abrió las puertas para que Lula mostrara -aún mayores- dotes de gran político. La contemporaneidad no permite hacer comparaciones correctas, pero Churchil y Roosvelt son ambos frutos de las crisis.
3) comprender que la baja económica nació fuera de Brasil, podría llevar a exhonerar a los políticos locales, y apreciar luego el trabajo que estos hacen para subsanar problemas que no crearon.

De todas formas, si se observa bien la serie, se puede encontrar una caída en la imagen para principios de 2009, recién llegado el estallido económico mundial a tierras cariocas. Esto pareciera mostrar una tradicional reacción entre la gente, donde se asoció la mala economía con el mal manejo político. No obstante, la serie muestra que los movimientos posteriores, las respuestas y la cintura de Lula, tuvieron efecto, y volvieron a colocar a éste en lo más alto del podio encuesteríl (la línea azul no sólo sube con fuerza para Mayo de 2009 -el último dato del gráfico- sino que también lo hizo en Junio, como se lee en el artículo del Cronista). Lula, queda entonces como la excepción a la regla, y el culpable de que una hipótesis, al menos en Brasil, quede por el piso.

lunes, 8 de junio de 2009

Promesas

En campaña se dicen cosas... cosas de campaña. Además, también en campaña, es difícil pensar en un político buscando votos que no apele al "pueblo de los jubilados". Y la forma más sencilla de apelar a ellos es a través de las jubilaciones, recordando que es el principal ingreso de gran parte de la población anciana. Por esta razón, no soprende que hoy Prat Gay haya declarado en Radio la Red algo así:

"Con el superávit de 15.000 millones del ANSES se pueden aumentar 20% las jubilaciones” .

El lugar donde hizo las declaraciones expone un poco las intenciones del candidato: no hablaba para un público especializado. Siendo una persona de perfíl más técnico que político, Prat Gay debería, en principio, conocer la Ley de Movilidad Jubilatoria. Esta ley fija una regla de actualización de los haberes que contempla la evolución de los salarios y de lo recaudado por ANSES, y por lo tanto, deja un menor lugar a las discrecionalidades en lo que respecta a sus fluctuaciones.

Es sumamente preocupante que los fondos de la ANSES se manejen sin transparencia (cosa que también dice Prat Gay), pero solucionar esa falta de claridad subiendo las jubilaciones y dilapidando así el superávit en más consumo (evitando así la posibilidad de realizar inversiones productivas) no parece la mejor alternativa. ¿Por qué no propone Alfonso un manejo económico de esos fondos pensado en un desarrollo de largo plazo? Con base en sus afirmaciones, la respuesta es obvia: está en campaña.

viernes, 5 de junio de 2009

Momento de campañas

No es que se haya puesto de moda criticar la publicidad o la plataforma del Acuerdo Cívico (la coalición de Prat Gay, Gil Lavedra y Carrió), pero slogans así, en la radio, dejan bastante que desear:

"...para que haya oportunidades para todos y no haya drogras para nadie, como cuando éramos chicos, y el único Paco era don Franciso... "

Pensé que apelar a las añoranzas de un pasado mejor no estaba en la cabeza de los modernos publicistas. A mi gusto, simple por donde se lo mire, y más que emotivo, bizarro.

Medicar

Ni en días de crisis los estadounidenses piensan en pasar a manos públicas un sector tan clave como el de la salud. La propuesta de Obama (pese a ser discutida por las empresas del sector) va por dentro de la lógica de mercado: si queremos disminuir los costos de la salud, lo mejora va a ser generar una competencia a las empresas ya establecidas. La competencia, tiene nombre de Estado:

"Now nobody is proposing that Americans be forced to get their insurance from the government. The “public option,” if it materializes, will be just that — an option Americans can choose. And the reason for providing this option was clearly laid out in Mr. Obama’s letter: It will give Americans “a better range of choices, make the health care market more competitive, and keep the insurance companies honest.” (Krugman, hoy en el NYT)

Es por este tipo de iniciativas que desde un medio tan conservador como el Economist, se dice que "Mr Obama’s people seem sincere when they say they want to rid the government of its stakes in banks and carmakers as soon as possible", y al mismo tiempo se alerta sobre los riesgos de una mayor intervención estatal, advirtiendo cosas así sobre la economía: "By all means fix its flaws, Mr Obama; but do not take its dynamism for granted. "

Sin dudas, son equilibrios políticos distintos, muy distintos de los nuestros, arena local donde se discuten otras cuestiones, con otras formas.

jueves, 4 de junio de 2009

A contar vaquitas...

A partir del 2009 no contamos más con información estadística sobre el sector bovino. ¿Quién se encargaba de este temita? En principio, y hace unos meses, era SAGPYA la que publicaba los datos (entre ellos el de faena mensual por provincia), pero posteriormente pasó a manos de ONCCA. Es en la página de éste organismo (en la sección de carnes) donde podemos ver cómo ya no se publica el llamado "Informe mensual de carnes Bovinos", en el que aparecía esa información. Por suerte, sí mantienen la actualización de los datos de especies menores, pero no es algo para festejar, ya que son datos básicos y de difusión no restringida.

Una estadística menos, una incertidumbre más.

miércoles, 3 de junio de 2009

El Gran Macronomics DT

Nostalgias como la del Huracán del 73´ también las hay en la economía. Ayer The Guardian publicó un interesante artículo preguntándose cuál sería el dream-team de la macroeconomía actual: su respuesta fue que, sorprendentemente, es muy complicado armar tal equipo, porque, por así decirlo, no existe. Pero esa complicación desaparece, dice la nota, si pensamos en la macro, vista en perspectiva:

"Let's play Fantasy Economics. It's a simple game based on Fantasy Football, where fans select a dream squad from the Premier League and win points if their players score, create or save goals. (...) Putting a team together of economists no longer with us is a breeze. A team of dead economists drawn from all strands of the discipline might include Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus, Karl Marx, Alfred Marshall, John Maynard Keynes, Friedrich Hayek, Richard Kahn, Joseph Schumpeter, Hyman Minsky and Herman Daly. (...) Picking a modern 11 of comparable quality is a lot tougher. "

El artículo sugiere dos jugadores de un probable equipo moderno, pero no más que eso: Stiglitz y Krugman (yo también agregaría a Rodrik y a otros tantos). Pero, ¿por qué este abandono de la macro y los grandes nombres en sus filas?

"Until the crisis broke in 2007, it was assumed that the big picture was largely sorted and economists needed to concentrate on micro-economics, where much good work has been done, incidentally. (...) As a profession, economics not only has nothing to say about what caused the world to come to the brink of financial collapse last autumn, but also a supreme lack of interest in it. (...) There is no Keynes, Schumpeter or Hayek out there with answers to our predicament."

Micro, modelización y consecuente falta de interés por las grandes variables. Como dicen en un post de Freakonomics en el que se comenta a The Guardian, la dificultad para armar el equipo está en la forma en que la "ciencia" económica se desarrolla y progresa actualmente:

"The single easiest way to make a mark in a modern macro paper is to solve a problem that is really, really hard mathematically. Even if it is not that relevant to anything, it is seen as a sign that the author has “impressive skills,” which is enough to get a job — and even tenure sometimes — at top universities."

Se escuchan listas de convocados...

martes, 2 de junio de 2009

De Manual

Como salido de un manual de economía liberal, el Economist da, en su último artículo de tapa, practicamente una definición de lo que debería ser el Estado:

"Moreover, even the most stalwart defenders of the free market, including this newspaper, admit it has shortcomings that only the government can address. The financial system requires close oversight, or crises will destabilise it. (...) Only government can enforce competition rules, insist that business and consumers limit carbon-dioxide emissions, or intervene to make health care available to those too sick or poor to afford it. And the current crisis calls for aggressive and temporary fiscal and monetary intervention that is not justified in ordinary times.

But the Democrats’ present zeal for government activism often goes well beyond addressing market failures."

Estado sí, pero como excepción. Nada más y nada menos.

Al descuento, al consumo

Consumir, consumir y consumir. La misma palabra, repetida tres veces, como un simple pero fuerte retrato de la mente del americano medio. Es que en Estados Unidos el consumo es la fuente, por así decirlo, de la juventud divino tesoro. Negarlo sería algo tan miope como negar la crisis económica mundial actual. Porque, además, es esta, probablemente, la mayor crisis de sobre-consumo de la historia. Expliquemos: en los últimos 10 años -por poner una fecha- los estadounidenses se dedicaron a consumir y a prometer. Consumir lo que viniera, de donde viniera (lease Estados Unidos, China, Japón, Europa, etc...) y prometer que ellos pagarían por todo lo consumido, en tiempo y forma (la mejor forma de prometer, recordemos, es dar un billete a cambio de un objeto... de ahí las reservas verdes de China). Pero esas promesas se incumplieron, y ahí comenzaron los problemas.

¿Qué pasa cuando todas esas posibilidades de consumo se terminan?

Dejar de consumir es un acto complicado. Más aún si, en el tiempo pasado, el consumo se hacía cada vez más fácil de concretar: comprar casas con hipotecas, televisores con tarjetas de crédito, etc. De ahí que la solución sea el rebusque, tanto por parte de los consumidores como de los vendedores. Ya habíamos visto en este post cómo los americans estaban cambiando sus hábitos de consumo, pero este dato es más concluyente: desde que estalló la crisis la gente en Estados Unidos se interesó más en buscar cupones de descuento (los llamados coupons) que en entender de qué venía la debacle económica.

Gracias a Google Trends se puede ver cómo el número de búsquedas de cupones de descuento en internet pegó un salto con respecto a sus niveles tradiciones ni bien empezaron con fuerza los problemitas financieros/reales. Hay un dato curioso extra: existe un rezago en la búsqueda de "cupones" con respecto a la búsqueda de las palabras "dow jones" y "crisis". Mientras que el pico que tienen estas dos últimas es para octubre, el de los cupones es en diciembre (Navidad de por medio), manteniéndose bastante más alto que de costumbre a posteriori. Pareciera que la gente se interesó por los problemas económicos esporádicamente, y luego volvió a su vida normal, y a intentar mantener sus niveles de consumo habitual.

Para terminar con el tema, tal vez sea interesante escuchar algunas de las cosas que dijo Obama el viernes al lanzar el nuevo marco regulatorio para las tarjetas de crédito (un esquema que le hace la vida más fácil a muchas de las personas que, en años anteriores, gastaron más de lo que ahora pueden pagar):

"Obama made clear that he didn’t champion the changes with the intention of helping those who buy more than they can afford through “reckless spending or wishful thinking.”

“Some get in over their heads by not using their heads,” the president said. “I want to be clear: We do not excuse or condone folks who’ve acted irresponsibly.” "

El futuro del consumo se está regulando hoy en Estados Unidos: es una de las tantas cosas que pretende encaminar Obama, para la nueva nación americana que quiere fundar. Si es una cultura de frugalidad y ahorro la que se busca, la desesperada atracción por los descuentos, no muestra un buen porvenir.