sábado, 12 de septiembre de 2009

La semana pasada III


(1) Oponiéndose


Como las hay semanas oficialistas, la pasada fue una semana de la oposición. Los títulos, los debates y la iniciativa lo demostraron: fueron la mayoría. Es difícil para un gobierno, sino imposible, mantenerse constantemente sobre el pedestal que atrae la atención de todo el mundo, ese pequeño escalón, por el contrario, va rotando de dueño.


“Toda la oposición da por terminado el diálogo político”, titulaba Clarín el lunes, haciendo a aquella ganadora del sorteo cara-o-seca para el puntapié semanal. Complementando esta caracterización del devenir noticioso opositor, las denuncias tomaron un rol preponderante a lo largo de los siete días (rasgo propio de una oposición que se infla). “Los Kirchner utilizan una lujosa flota aérea paralela”, decía La Nación, también el lunes.


(2) Medicando los dolores

El martes y el miércoles fueron días de remedios y dolores de cabeza. El escándalo de los medicamentos adulterados comenzó a expandirse, y como una raíz que, antes oculta, ahora va levantando baldosas de la vereda, se fue llevando funcionarios del gobierno provincial consigo (con esperables rumores de renuncia del ministro de salud de la provincia, Claudio Zin). La lectura política del hecho, que es la que aquí nos interesa, fue la de un oficialismo que al estar debilitándose no puede detener su desgaste. Decía Eduardo van der Kooy en su columna del martes en relación a Oyarbide, quien se encarga de la causa: “Los jueces, quizás antes que la propia sociedad, siempre advierten cuándo despunta un crepúsculo político”.


(3) Día de estrenos

El jueves indudablemente fue el partido de la fecha. Tres cosas altamente resonantes ocurrieron en esas 24 horas, y sin Jack Bauer de por medio. Primero, se anunciaron reintegros a las exportaciones de maíz y trigo. Segundo, la oposición logró reunirse para oponerse a la ley de Medios, en un convite especial auspiciado por la vicepresidencia de la Nación. Tercero, “la AFIP montó un operativo intimidatorio en Clarín” (según las alarmadas letras del Gran diario argentino). Por partes las partes.

La historia del campo se inició el miércoles. Ese día se difundió que el gobierno retornaba otra vez a la idea de reunirse y negociar con los ruralistas (iniciativa que se había gestado el domingo con llamadas de Fernández a la Mesa de Enlace). Aunque las especulaciones de un encuentro antes del fin de semana no se cumplieron, sí se plasmó otra hipótesis: los representantes del campo no iban a legitimar con su cuerpo los anuncios gubernamentales. Es así que, pese a las invitaciones, el jueves no hubo representantes del cuarteto en el lugar donde Cristina comentó la eliminación (mediante un sistema de compensaciones) de las retenciones a las exportaciones de trigo y maíz de los pequeños productores.

La reunión del jueves fue, antes que nada, una gran foto: Cobos, Macri, De Narváez, Sanz, Aguad y Michetti, sentados unos al lado de los otros. De todas formas, su exigua duración, de aproximadamente media hora, fue suficiente para solicitarle al presidente del Senado “que garantice un debate (de la ley de medios) en tiempos razonables”. Asimismo, se dejó en claro que cuando asuman los nuevos diputados se revisarán todas las normas aprobadas después del 28 de junio por el congreso, y en especial, y de aprobarse, la de radiodifusión (afirmación un tanto curiosa, ya que no se refiere en nada a lo hecho previamente por la cámara, y por la razón de que varias de estas personas son actualmente diputados).

Para completar la lista de créditos en el rubro presidenciables, hubo declaraciones de Reutemann y Solá, quienes no asistieron pero apoyaron: “ `Reutemann hizo llegar su voz:"Esta ley debe tener legalidad pero también legitimidad, es decir que es imprescindible que pueda ser tratada en este período, pero votada con la legitimidad que le otorgarían los representantes elegidos el 28 de junio´". Para no quedar afuera, Carrió también se expresó, aunque solamente sobre la actitud de Cleto y de forma poco benévolamente: "Es un riesgo institucional que el vicepresidente de la Nación se reúna con la oposición".

De los tres, el tercero fue el hecho más colorido, pero probablemente el de menor contenido. La “visita” de los inspectores de la AFIP a Clarín tuvo una implicancia altamente simbólica y con muy mala recepción social. Es así que varios funcionarios de ese organismo fueron echados (y la renuncia del mismísimo Echegaray aún está en duda). No obstante, las consecuencias tangibles de la misma no llegaron muy lejos. Sin embargo, Joaquín Morales Solá aprovechó la ocasión para seguir profundizando su tesis chavista y alertar una vez más a la sociedad de la avanzada roja: “Nunca tantos parecidos con Caracas”, tituló su columna del viernes.

(4) Joda, joda, joda

El viernes las cuestiones mencionadas siguieron rebotando sin tener nuevas aristas. Evidentemente, Cobos recibió críticas muy fuertes por sus actividades opositoras. Fernández, Rossi y Balestrini le reclamaron la renuncia y reiteraron lo del paso “al costado”. A esto, Cobos respondió –cual héroe nacional- que "lo más fácil sería renunciar" y que es “un ser humano que está lleno de sentimientos, de pasiones; no un robot". Pocas novedades, más allá de una inflación que, aunque sube, a nadie contenta: 0,8%.

No obstante, entre tantas noticias también hubo color, teñido de guiño. Es que, paradójico o no, el viernes Clarín dio a conocer los resultados de un concurso de fotografía periodística que organizó. La foto ganadora (¿idílico paisaje?), resultó ser -tal cual lo describe el epígrafe del diario- la que “muestra a un grupo de kirchneristas llorando tras el voto no positivo de Cobos”. Casualidades del destino.

sábado, 5 de septiembre de 2009

La semana pasada II

(1) Mañanas campestres


Esta semana el campo hizo poca tapa. Y poca tapa implica tanto como un olvido. Y antes del olvido, las cosas se van diluyendo. “Ya no es lo que era la protesta ruralista”, titulaba Página/12 el martes, coloreando parte del lienzo de las portadas de diarios. Al mismo tiempo, Buzzi decía que de prolongarse la protesta “podría seguir habiendo acatamiento, pero nos pone a todos en una situación de irracionalidad muy alta”. A otra cosa tractorazo, y el campo vuelve a sentarse y negociar. “Terminó el paro, pero sigue la tensión”, tituló La Nación el sábado, donde dejó expuesta abiertamente la idea de que hasta diciembre habrá mucho ruido y pocas nueces.

(2) Sobredosis de TV

Por ello, donde no hubo campo, hubo Ley de Radiodifusión. Y donde hubo Ley de Radiodifusión -¿será necesario explicitarlo?- hubo confusión mediática. “Aceptan negociar cambios en la ley de radiodifusión” (tapa de La Nación, martes); “El titular del COMFER transmitió (…) una directiva que nació en Olivos: `La ley de Radiodifusión hay que votarla como está´” (Clarín, miércoles); “Cristina: `Seguro habrá cambios en el proyecto de Radiodifusión´” (El Cronista, miércoles). Dichos y desdichos: hipótesis.

Las palabras dedicadas al tema, cuando la prensa es el blanco del asunto, indudablemente son muchas. Tantas y tan diversas, que en su columna del miércoles en Clarín van der Kooy llegó a especular –excéntricamente- con algo parecido a un cacerolazo: “Rossi supone que la efervescencia social de aquellos días (los de la 125) no se repetiría ahora con la ley contra los medios. Pero ese mismo cálculo falló antes: tampoco el jefe del bloque imaginó que el conflicto con el campo llegaría al punto que llegó”.

El mismísimo Cobos –hombre de tan pocas palabra como Reutemann- participó del convite mediático. “Esta ley es fundamental y no hay que apurarse para sacarla”, dijo el jueves (con la consecuente repercusión de la tapa de Clarín del viernes). Y añadió un condimento llamativo: “La ley debe hacerse con el aporte del actual Congreso y tiene que tener resolución con los que asuman en diciembre”. Indudablemente, los legisladores, para Julio Cleto, deberían trabajar a medias en lo que les queda de mandato: discutir sí, votar no.

(3) Palabras más, palabras menos


Tres son los ejes controvertidos en el debate mediático: la autoridad de aplicación (el quién la conforma es la clave a definir), el ingreso de las telefónicas al negocio de la caja boba y la revisión cada dos años de las licencias. Y sobre estos tres, para sonrisa del caballero y anécdota en la cartera de la dama, basta ver estos dos párrafos y entender la desinformación que cubre al asunto:

Dice Página/12 (viernes): “Los miembros de la conducción de la bancada oficialista ya están abocados, junto a técnicos del Comfer, a realizar modificaciones para darle mayor precisión al texto del proyecto e introducir algunos cambios en los temas más cuestionados por opositores y aliados: las características y composición de la autoridad de aplicación, ponerle límites al ingreso de las telefónicas al negocio de los medios de comunicación y modificar el artículo 40 sobre la revisión cada dos años de las licencias”.

Dice La Nación (viernes): “Gabriel Mariotto, dejó en claro que no aceptará modificaciones sustanciales en el proyecto y que mantendrá incólumes sus pilares: éstos son el dominio del Gobierno sobre la autoridad de aplicación de la norma, a cargo de adjudicar y prorrogar las licencias; el ingreso de las empresas telefónicas en el mercado audiovisual, y la drástica reducción de licencias que podrá tener un mismo dueño”.

(4) Cerca de la Revolución

Más allá del palabrerío, la buena nueva semanal es que después de tanto futurismo, se volvió al presente. En los pasados siete días no abundaron –contrariamente a lo que venía sucediendo en semanas previas- especulaciones presidenciales marca 2011. Tampoco rumores de renuncias y traiciones por la espalda. Quizás, la nota disonante la brindó Morales Solá, el miércoles, cuando se entusiasmó con Duhalde, Reutemann y la posibilidad de que el peronismo pierda las próximas elecciones. Con sus comentarios cerramos la columna semanal, para que recordando la palabra con C, reconsideremos sus apreciaciones:

"Reutemann tiene dos condiciones muy importantes: es honesto de cabo a rabo y sabe controlar la política de una manera propia y desconocida, pero la controla", explicó Duhalde entre íntimos. ¿No es demasiado tranquilo y sereno para la Argentina?, le preguntaron. "La Argentina necesita un período de descanso después de tantos años de saltos, de tumbos y de sorpresas", respondió.”

domingo, 30 de agosto de 2009

La semana pasada


(1) Cambio de Ánimo

La semana empezó con una actitud más relajada, y terminó mal. “Cambio de ánimo” había titulado Página/12 uno de los artículos publicados el lunes pasado en su edición impresa, en el que se comentaban las renovadas voluntades de la trouppe K: “Varias de las principales figuras del Gobierno sienten que están empezando a alejarse de a poco del incómodo lugar donde los dejó el resultado electoral del 28 de junio”. Al mismo tiempo, La Nación daba la buena noticia de bajas en las tasas que los bancos cobran por préstamos al consumo. La tormenta semanal, arrasó con esas novedades. Así, hoy domingo, Clarín retoma una hipótesis pre-electoral: la voluntad de Kirchner de sacar a Scioli de la gobernación bonaerense, llevarlo al Congreso, y dejar a Ballestrini como hombre de confianza y peso en ese bastión.

En la Vendetta K –según van der Kooy- también caerían Rossi y Pichetto, consecuencia del error parlamentario de hace unos días, donde el campo salía ganando algo que rápidamente perdería mediante el veto.

(2) Martes (ácido) de limón

“Que se la recontra metan en el medio del culo”. Así disparó Reutemann en las tapas del martes. Más allá de la discusión sobre la palabra con C (y la paradoja de un diario Popular que la escribe con puntos suspensivos), lo interesante de la frase fue la reinstalación del debate numérico: el 2011. Titulaba ese mismo día Ámbito Financiero: “Solá relanza 2011 tras vacío del `Lole´”; “PJ díscolo exhorta a De Narváez a definirse”; “Das Neves se relanza desde Piedra del Águila”. Tres encabezados más que representativos del sentir semanal… Ese mismo día, se especulaba con un alza de las retenciones al 45%.

(3) La ida y la vuelta

De alianzas está hecha la política, el candombe local. Nadie se sorprende con eso. Más bien, su volatilidad es la que despierta y hiere sensibilidades. Es así como, en sólo algunos meses, el periodismo se sorprendió con llamativas migraciones internas: del kirchnerismo, hacia fuera de él, y de fuera de él, a sus más profundos intestinos. Las llamadas fuerzas centrífugas y centrípetas, “tendencias de cada momento”, según marcaron los medios.

El clima pre-electoral vio marcharse altaneramente a varios: el mismísimo Reutemann, Romero, Solá, y tantos otros protagonistas del torrente de la “sangría del kirchernismo”. Pero como las hemorragias en algún momento cesan, la semana pasada fue el escenario de las vueltas. Comenzó el lunes con la pelea, y posterior ruptura, Latorre-Lole. Aunque el de la senadora no haya sido un camino explícito hacia las huestes K, varios periodistas lo tildaron de acercamiento encubierto. La reaparición de María del Carmen Alarcón, no dejó lugar a las dudas: otrora crítica, ahora funcionaria. De la Sota fue otro de los que se sumó al regreso, y sigue la lista.

Aunque el peso de los nombres no sea equiparable, simbólicamente, las idas y vueltas son un reflejo de las debilidades partidarias que hoy existen. Tal vez los resultados que el oficialismo consiguió en el Congreso sean un mejor reflejo de que la ida -aunque concreta- puede no ser tan fuerte.

(4) Parantes

El miércoles el veto se convirtió en un paro. Un paro “porque en el último año nunca hubo tanto malestar como ahora entre los productores rasos del campo con el gobierno de los Kirchner” (J. Morlaes Solá, La Nación, miércoles 26 de agosto). Y un paro al que “no le encuentro asidero –según A. Fernández-. Las medidas que tomamos van en sentido de lo que pidieron ellos en público y privado (por los integrantes de la Mesa de Enlace) y no se comprende el objetivo de un paro de estas características". El paro del desencuentro.

(5) Para terminar la semana

El jueves, Amado siguió volviendo al FMI, y en un camino sin definiciones, el ministro continuó por la senda de los que –también- retornan. Y ese mismo día se “presentó la ley para controlar a los medios”, donde Cristina, con “tono triunfalista” envió “el proyecto para amordazar a los medios” (Clarín, primero, luego La Razón, ambos titulares del viernes). Partes de una discusión que todavía, verdaderamente, no empezó.


(6) Fin de la cuestión

Adelantamos el término de estos siete días en el primer párrafo: rumores sobre las semanas siguientes. No hay semana que no vaticine, en algo, a la próxima. Las tensiones entre el poder ejecutivo y sus más cercanos representantes en el Congreso (Rossi y Pichetto) ilustran bastante bien las flaquezas del gobierno. Las declaraciones de Reutemann, hacen lo propio con la oposición. El paro del campo, sembrado entre dudas y especulaciones, presenta interrogantes sobre lo que se pretende cosechar. Hay, indudablemente, muchas dudas, dudas que crean rumores, rumores que se hacen debates, y debates que no siempre tienen una resolución. Pasó una semana de muchas dudas y fútbol abiertamente gratis. Mañana empieza otra.

Novedad

No es una gran novedad periodística, pero no por ello con menos gratitud inauguramos un nuevo segmento del blog: la columna semanal de opinión y revisión política, a titularse "La semana pasada". Cada siete días, este pequeño segmente intentará repasar -y recordar- lo acontecido en el maravilloso mundo político y económico nacional. Para felicidad de algunos, y tristeza de otros. Con ustedes, un poco más arriba, la primera versión.

jueves, 13 de agosto de 2009

OH FUCK!

Una frase que resume, un tanto, las conocidas controversias de la querida ciencia económica:

"SIR – When I considered taking a degree in economics almost 50 years ago, I was told that the exam questions would be the same from year to year, but that the correct answers would differ each year. I decided instead to become an engineer.
Tony Hays
San Clemente, California "

El ignoto firmante es un simple lector del Economist, en la sección cartas de lectores de la semana pasada. Después, la ciencia inspira tapas como la que vemos un poco más arriba. Divertidas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Fuga y misterio

No fue sólo el crecimiento a tasas chinas el que quedó dentro de la cajita de buenos recuerdos del período 2003-2008: con la crisis también desapareció el tibio consenso sobre el rumbo, causas y consecuencias de nuestra querida coyuntura. Históricamente, siempre ha costado explicar las crisis, y mucho más, cohesionar pensamientos para encontrar soluciones a las mismas.


En este marco de cuadro de museo, la fuga de capitales es una de las cuestiones que mediáticamente despertó mayor interés entre los suspicaces periodistas locales, llegando así al televisor hogareño de cada argentino. Intuyo que muchas amas de casas, preocupadas por cómo “la plata se escapa del país”, ignoran que al comprar unos verdes contribuyen ellas mismas con la tendencia que tanto las aterra. Pero, más allá de lo colorido de ese detalle, lo verdaderamente preocupante, pienso, es la falta de una respuesta articulada por parte de los que sí saben de economía. Escuchemos algunas voces, y veamos la forma en que un enfoque particular magnifica o descalifica el temita de la fuga.

(1)

Empecemos con el economista José María Fanelli, quien resume la actual situación económica argentina de esta forma:

“Nótese lo siguiente: hoy la Argentina tiene un nivel de pobreza y desocupación creciente porque el nivel de actividad es bajo; el nivel de actividad es bajo porque la demanda cae; la demanda cae porque los sectores con capacidad de ahorro no gastan y compran dólares; los dólares están disponibles porque se importa poco y se importa poco porque el nivel de actividad es bajo. Conclusión: los sectores de menores recursos se quedan sin empleo y caen en la pobreza porque hay que conseguir los dólares que necesitan los sectores más pudientes para colocar su ahorro en un mundo incierto. Esto no lo desea nadie. Pero no por eso deja de ocurrir.”

Sencillo: el cimiento de la crisis está en la desconfianza, y quien no confía, ahorra, en dólares. Si se ahorra más, se consume menos. Ergo: cae la actividad y deviene la crisis. Solucionamos el embrollo si el gobierno marca un norte claro, conciso, y al pie.

(2)

Sigamos. Escuchemos ahora la opinión de Claudio Casparrino, Investigador del Cefid-AR:

“Si la fuga es una señal sobre las políticas públicas, ésta emana de un sector cuya ubicación particular respecto de las regulaciones estatales no puede equipararse con los destinos e intereses del pueblo ni de la Nación.”

En esencia, podríamos identificar este argumento con el de Fanelli, haciendo un simple supuesto: el “sector de ubicación particular” es el sector con posibilidades de ahorro. No obstante, se trata sólo de una apariencia, que desaparece al entender ciertas sutilezas, las que permiten ver lo opuestas que están las visiones. En la hipótesis de Casparrino la fuga pasa a ser algo menor: dado que representa la voluntad de sectores concentrados, no es necesario preocuparse por ella, sino simplemente reprimirla. No es la fuga un termómetro capaz de marcar el ritmo de la economía, es un reflejo de deseos particulares, lejos de ser equiparable con el deseo social. Solución: más Estado y menos oídos para los que acaparan dólares.

(3)

Pasemos ahora a Gustavo A. Murga, investigador y docente del Grupo Luján, UNLU y UBA. Él nos cuenta la siguiente historia:

“La preferencia por la liquidez en moneda extranjera ante el primer atisbo de incertidumbre, es una muestra de que aún existe en la mentalidad del agente económico la consigna clara de que el que apuesta al dólar gana, aún ante la pérdida social y económica que ello conllevó históricamente (devaluación, inflación, caída del salario real, etc.).”

Murga deja el vanagloriado “clima de confianza” en un segundo plano y afirma que un comportamiento especulativo (construido en base a experiencias pasadas) se esconde detrás de la fuga. Todos quieren ganar, no importa cómo, por lo que especulan emulando encontrarse en un casino.

(4)

Para concluir este largo derrotero, veamos un poco lo que anda diciendo Claudio Lozano, diputado nacional y economista:


"Nos parece una barbaridad que se utilicen reservas para pagar deuda, y se resistan otros tipos de propuestas como es aplicar una porción de reservas para realizar una asignación por hijos, sacar a las familias de la pobreza y activar la capacidad adquisitiva de los sectores populares. (…) Esos recursos de las reservas deberían utilizarse para generar un Shock de inversiones básicamente en infraestructura energética –recuperando YPF-, en transporte –fundamentalmente volviendo a activar desde el Estado el ferrocarril argentino -, e impulsando la modernización industrial y del sector agro-industrial".

Otro mundo. No importan en el argumento la desconfianza, ni la actitud de ciertas clases, ni el comportamiento especulativo. La crisis es sólo de demanda, la falta de demanda es consecuencia de quién sabe qué, y la misma se soluciona gastando reservas (lo que desde una mirada algo diferente llevaría a mayores incertidumbres, y una profundización de los comportamientos especulativos).
---

Con un poco de detenimiento, se pueden ver en los párrafos citados visiones totalmente distintas de una misma realidad. Distintas fugas, para distintos gustos. Es así que cuesta explicar una crisis. Es así que cuesta encontrar soluciones para una crisis. Cae como un fruto directo la facilidad con la que se otorgan culpas y se entronan salvadores. Abundan soluciones cuando oscila la economía y falta claridad. En el medio, cada interesado lleva agua a su molino: la confianza se recupera beneficiando a ciertos actores económicos, las barreras financieras se aplican perjudicando a otros. Es así como también el uso de las reservas necesita, a priori, decidir en qué gastarlas, con el consecuente rédito político para quien lo decida.

La fuga incrementa el misterio. Y se vuelve como el lado oscuro de la luna. Hay que ver quién puede conquistarlo.

lunes, 10 de agosto de 2009

Escuchá, Amado, y prendé el velador

Sobran soluciones hipotéticas para arreglar la triste situación del INDEC. Cada opinólogo hace de su voz una solución. Pero el Economist, casi sin quererlo, hoy nos presenta una salida un tanto más esotérica, pero no menos realista que las escuchadas día a día, al menos en lo referente a la medición del crecimiento (cuestión también cuestionada). La idea es utilizar imágenes satelitales nocturnas de los países para tomar como referencia de la actividad económica de las diferentes regiones del globo. ¿Cómo? Con la foto en mano afinamos la vista y decimos: a mayor luz más actividad. Simple. Cuantificamos esa intensidad de luz, y la usamos luego para ajustar las mediciones tradicionales del PBI:

"In a new working paper, Vernon Henderson, Adam Storeygard and David Weil of Brown University suggest an alternative source of data: outer space. In particular they track changes in the intensity of artificial light over a country at night, which should increase with incomes. American military weather satellites collect these data every night for the entire world. "

Pensada originalmente para los países africanos (donde, según el artículo, las estadísticas son malas, "much of this is due to the underfunding and overstretching of their statistical agencies"), la técnica pareciera haber funcionado:

"Take Myanmar’s economy, which grew at an official but improbable 8.3% a year in the ten years to 2003; adjusting for brightness suggests a more modest 5.8%. But night-light data suggest that official figures may be understating growth in places like Tajikistan or the Congo, perhaps because of rising informal economic activity. "

Se me ocurre que los cuellos de botella energéticos, con esta técnica, se volverían una inquietud mayor para los políticos. También dejar prendidas ciertas luces de ciertos ministerios. Cosas que pasan.

domingo, 2 de agosto de 2009

Cambia, todo cambia

Años de mucho consumo, seguidos de años -los que vienen- de mayor frugalidad. Así se vive en América.

Politiquerías

Nuestro ex-minister Martín Lousteau decía el otro día en “Palabras más, palabras menos” que una buena negociación era sólo aquella donde todas las partes involucradas perdían algo. Y en época de negociaciones estamos, por lo que creo que es una buena oportunidad para internarse en el tema.


En ese sentido, me resultaron curiosos algunos extractos de La Nación y The Economist de los últimos días, donde se hacía referencia al diálogo, el presidencialismo, y las negociaciones en la Argentina, Estados Unidos y España. Todo inclinado, obviamente, hacia las consecuencias de estas cuestiones sobre el devenir económico. Veamos.

Cuando el gobierno anunció que "recortaría los superpoderes" y sólo le permitiría al Jefe de Gabinete reasignar partidas con un tope del 5% del presupuesto (idéntico a lo que sucede en la Capital Federal), Joaquín Morales Solá nos decía esto:

"¿Quién le ha dado al jefe capitalino la potestad de certificar lo que es correcto o incorrecto en el gobierno de las cuestiones públicas? Un ejemplo contrario podría desarmar los argumentos de Cristina Kirchner y de Macri.


Vamos a él: Barack Obama asumió la presidencia de los Estados Unidos cuando no sabía si su país estaba ingresando en otra Gran Depresión. El flamante presidente norteamericano confeccionó un paquete de medidas excepcionales y lo envió al Congreso para su aprobación. Nunca pidió facultades especiales y los legisladores lo obligaron a negociar, a explicar y a ceder. Era el mejor momento político de Obama como líder de su país y del mundo."

Sin embargo -paradojas argumentativas mediante-, la actitud republicana de Obama que Morales Solá ve como un logro, el Economist la tilda de flaqueza:

"A president plainly should not ignore Congress. But Mr Obama has veered to the opposite extreme. Although he has a White House stuffed full of first-rate policy wonks, he has repeatedly subcontracted the big decisions—the $787 billion stimulus bill, cap-and-trade, health reform—to the Democratic leadership in Congress. At times Mr Obama’s role has seemed limited to deploying his teleprompter-driven oratory to sell whatever Congress proposes to the public, even before it is clear what exactly those proposals amount to."

La distancia, innegablemente, hace ver en los defectos que algunos marcan, los ejemplos a seguir en tierras propias.

El tercer artículo en cuestión -también del Economist- aborda la crítica situación económica de España. Se argumenta ahí que la negociadora actitud de Zapatero lo condujo a tener un gobierno muy resistente a la marea de la crisis, pero que sus tratos han sido contrarios a las posibilidades de revertir los números rojos que aquejan esos lares (qué más explícito que el título de la nota: "When good politics is bad economics"). Cuentan:

"In clearing his desk, Mr Zapatero pulled off a couple of deals that will shore up his position. First, he clinched an agreement over changes to the financing of Spain’s autonomous regional governments (see article). This will give more money to Catalonia, and should earn him the backing of Catalan nationalist parties for the budget vote in parliament in the autumn. Without their support, the budget might bring down his government, since his party lacks a parliamentary majority. Second, he sided with the trade unions to block demands from business leaders to reform Spain’s two-tier labour market. That has seen off the risk of a general strike."

La casa gana (o, lo mismo, pierden todos). No hay negociación en la que todos ganen y salgan contentos. Tal vez, como dijo Martín, eso esté en la esencia de negociar. Pero en épocas de diálogo, como las actuales, es bueno tenerlo en mente.

miércoles, 29 de julio de 2009

De danzas y ciclos: USA y Argentina

La volatilidad es inherente a la economía que reina en el mundo. Es fácil pensar en los últimos 20 años y recordar al menos una o dos crisis que hayan afectado a cada una de las regiones del globo. Sencillo decirlo, difícil vivirlo. Sin embargo, la frecuencia y forma en que las bajas económicas afectan a los países es lo que termina diferenciando la calidad de vida entre sociedades.

Retomando una discusión de la Cátedra Volman -donde se comparaba política fiscal y monetaria de Estados Unidos y Argentina-, contrastamos aquí las variaciones de crecimiento de estos dos países en los últimos 50 años, viendo las diferentes "malas rachas" de sendas economías.

Empecemos por el gráfico compartido. ¿Cuál fue, hasta el año pasado, la economía más "endeble"? Indudablemente, la argentina. De los 49 años contemplados (1960-2008), nuestro país tuvo en 17 oportunidades una tasa negativa de crecimiento, lo que lleva a vislumbrar la existencia de una "crisis", en promedio, cada 3 años. El gigante del norte, por el contrario, sólo tuvo tasas negativas en 5 ocasiones, diferencia no poco significativa. No queda ahí la pelota: si promediamos las variaciones negativas de la Argentina, obtenemos una media de -3,5%, mientras que al hacer lo mismo para Estados Unidos, esa tasa da -0,6%. Ergo: cuando la república del sur cayó, lo hizo con más fuerza.
Pasemos a la Argentina. Basta ver los brotes rojos (en círculos rojos quedaron marcadas las instancias problemáticas de ambas economías) para darse cuenta de lo que veníamos hablando antes. No pretendí ser exhaustivo al dibujar los circulitos, pero contando por encima, uno ve 14 momentos críticos en la historia nacional reciente. Lo que por encima de todo llama la atención es el rumbo zigzagueante de la serie, que, descontando los primeros años del Carlo y la vida política del Néstor, no parece poder quedarse estabilizada en ningún valor. La tasa anualizada de crecimiento punta-a-punta es curiosamente alta: 2,7%. Ésta última podría usarse para argumentar acerca de la incapacidad de los mandatarios locales al momento de suavizar los vaivenes económicos.
USA*. De un vistazo, también sería posible desdeñar el crecimiento de la América norteña en los últimos años, pero sería una actitud algo miope. ¿Por qué las idas y vueltas de la serie colorada-azul no son tan preocupantes? Primero: los máximos y mínimos son un sostén de la fortaleza yanqui, donde el mayor crecimiento del período fue del 7,2% y el menor de -1,9%, o sea, máximos y mínimos más bajos que la Argentina (10,6% y -10,9%, respectivamente). Los extremos, en estos casos, no son demasiado positivos. En segundo término, viendo los círculos rojos uno se encuentra tan sólo con 8: casi la mitad de los que tenía nuestro país. Asimismo, las bajas pronunciadas suelen estar acompañadas por cuatro o más años de bonanza (respiros necesarios, sobre todo para reincorporar gente al mercado laboral).
Síntesis. Las características de una y otra economía obviamente hacen complicada la comparación. Mientras que las crisis que se generan en Estados Unidos repercuten en todo el mundo, incluida la Argentina, no sucede lo mismo en sentido contrario. La actual, es un claro ejemplo de ello. En simultáneo, las políticas que cada uno de estos gobiernos tienen a su disposición son muy diferentes. Basta decir que EEUU es el emisor de la moneda global: el dólar. De todas formas, sería necesario aprender localmente a responder y prever estos eventos tan poco deseados. Principalmente, para dejar de seguir viviendo a los tumbos, y bajar de esta especie de montaña rusa que hace de cada argentino, en medio del chori y el vino del domingo, un "economista".

*Recientemente se publicó online un gráfico interactivo del WSJ donde se pueden ver en detalle las crisis de USA. El link, haciendo click aquí.

Fiebre Roja

lunes, 27 de julio de 2009

Energizante

"Recuperar los recursos naturales". Frase célebre de las pasadas elecciones (en éstas y otras voces), algo olvidada a esta altura -como tantas otras cuestiones claves hace un mes y que ahora son sólo recuerdos-, pero no por eso un tema que haya perdido vigencia.

Retomémoslo, y volvamos, principalmente, sobre los recursos energéticos. Veamos rápidamente dos gráficos: primero el de la producción de petróleo en la Argentina, y luego el de la producción de Gas en nuestro país. Quedaron graficados cuatro años: 2003, 2005, 2008 y 2009, creo que bastante representativos de la evolución de las variables (la info original, aquí).

(1) Petróleo

El petróleo fue, casi innegablemente, uno de los commodities más beneficiados por el boom de precios de los últimos años. Es cierto que ya pasaron esas épocas, pero la utilidad del "oro negro" no ha quedado de lado. Lamentablemente nuestro país parece haber olvidado esto, y avanzado por un camino sin retorno: entre enero 2003 y enero 2009 la producción cayó cerca de un 14%, porcentaje que se repite con pocas variaciones en todos los meses para los que se tiene datos. No sólo eso, sino que éste año estamos repitiendo la mala performance del pasado, con un total acumulado algo menor. Basta ver el 2005 como año intermedio para notar la forma en que progresivamente el país fue generando menos petróleo.


(2) Gas


La información referente al Gas no presenta un panorama más favorable. Aunque en este caso el gráfico no muestre tan claramente una retracción en la cantidad producida, basta ver los meses de julio, agosto y septiembre del 2003, 2005 y 2008 para entender la paulatina pérdida de capacidad productiva local. Un elemento adicional completa un dibujo poco agradable: en cada uno de los meses del 2009 se produjo menos que en el mismo mes de 2008.


Causas, consecuencias y perspectivas. Señalar causas de un proceso así se asemeja mucho a señalar culpables. Hay voces para todos los gustos: en contra de los subsidios, los techos en los precios, la poca voluntad de la privatizadas y la falta de interés del Estado. Todas causas conducentes a pocas inversiones, poca exploración y progresivo agotamiento de los recursos ya existentes. Fuere lo que fuere, la ausencia de un plan integral energético queda a la vista con estos gráficos. Las consecuencias son sabidas: cortes energéticos a la industria, importaciones de gas, de petróleo, prohibiciones para exportar, etc. Sintéticamente, inviernos en los que las bajas temperaturas ponen en riesgo la capacidad energética, y veranos en los que las altas temperaturas encienden splits, y rojos en la provisión de luz. Perspectivas: por ahora nada claras, en una coyuntura donde lo que se debatía antes del 28 de junio, por el momento, parece haber quedado atrás.

domingo, 26 de julio de 2009

Previously on ...

Si se buscaba una explicación histórica de la crisis, basta ver este pequeño video del Economist para encontrarla. Consumo, consumo, y más consumo (como decíamos acá) es la clave para entender el lugar a donde llegamos...



"The entire American economy is at an inflection point. For decades, its growth has been led by consumer spending. Thanks to rising asset prices and ever easier access to credit, Americans went on a seemingly unstoppable spending binge, fuelling the global economy as they bought ever bigger houses and filled them with ever more stuff. Consumer spending and residential investment rose from 67% of GDP in 1980 to 75% in 2007 (see chart 1, left-hand side). The household saving rate fell from 10% of disposable income in 1980 to close to zero in 2007; household indebtedness raced from 67% of disposable income to 132%. As Americans spent more than they produced, the country’s current-account balance went from a surplus of 0.4% of GDP in 1980 to a deficit of almost 6% in 2006 (see chart 1, right-hand side)."

La cita pertenece también a un artículo del Economist donde se analizan los roles de los cuatro grandes -USA, Japón, China y Alemania-, mirando al futuro. Y nada mejor que la siguiente frase para sintetizar el argumento de esa nota:

"As Larry Summers, Mr Obama’s chief economic adviser, said on July 17th: “The rebuilt American economy must be more export-oriented and less consumption-oriented.”

Si no pueden vivir de prestado, algo tendrán que hacer.

sábado, 25 de julio de 2009

3 señales 3

Dar por muerta a la crisis económica es, a esta altura, sin dudas la intención de la mayoría de los líderes políticos y económicos del mundo. Por cierto, es algo que se viene repitiendo día a día en simultáneo a las alzas de las bolsas del mundo: "La crisis se terminó". Existe cierto vértigo que lleva al periodismo a dar por terminada de forma rápida, a la mayor crisis económica de la historia. Pero, más allá del esplendor financiero, ¿qué puede darnos una idea de que la crisis pasó (y hablo de lo que sucede en el norte, y no en estas latitudes sureñas)?
Revisemos algunos indicadores que dan ciertas señales positivas, aquellas en las que se basan los mercados para festejar y "crear riqueza". Ventas de viviendas, contrataciones de personal temporario y la encuesta de industria y servicios realizada por la ISM.

(1) Sector inmobiliario

Para el análisis del sector inmobiliario -el desencadenante de ésta historia llamada crisis- se usaron los datos del National Association of REALTORS. Tres líneas positivas: desde febrero vienen subiendo las ventas mensuales de casas (línea naranja), cayendo los inventarios (línea verde), e incrementándose las ventas anualizadas (la línea azul, que surge del dato anualizado y desestacionalizado de las ventas mensuales). Tres resultados positivos para el sector de viviendas: el mercado lo reflejó con claridad el jueves cuando se publicaron estos datos y el DOW trepó más de 2 puntos.


(2) Contrataciones temporarias

Cuando llegan los primeros indicios de recuperación, intuitivamente, uno podría pensar que las empresas comienzan la fase ascendente contratando personal temporario. Para ver cómo fluctuó esta variable se tomaron datos de la American Staffing Association, donde se hace un relevamiento semanal de la cuestión. Es así que encontramos que no hay una clara recuperación de las contrataciones, más bien un estancamiento en valores cercanos al 70% del personal que trabajaba en esas condiciones en diciembre de 2006. En síntesis, no hay recuperación, pero tampoco más crisis a la vista.


(3) Encuesta industrial y de servicios

La encuesta hecha mes a mes por el Institute for Supply Management permite tener una idea más micro de la situación actual de la industria y los servicios, así como una perspectiva para el porvenir económico. El relevamiento se hace sobre diferentes ejecutivos a los que se les pregunta si se está "mejor", "igual" o "peor" que en el mes anterior, en distintas categorías construyendo el índice en base a los porcentajes de cada respuesta. Un índice mayor a 50 implica crecimiento, y uno menor a 50 contracción. Vamos a los datos. El índice No-Manufacturero creció un 3% en junio con respecto a mayo, ubicándose en 47 puntos, mientras que el Manufacturero llegó a los 44,8 puntos, luego de valer 42,8 en mayo (hacer click en el cuadro para ver los valores más claros). Síntesis: hay mejora, pero faltan señales para que la suba sea consistente. O sea, hay una tendencia postivia, pero que aún debe confirmarse con señales rotundas.


¿Qué conclusión habría que sacar con todos estos datos? Usando la tradicional metáfora de la plaza, podemos decir que el tobogán se terminó, pero que queda camino para agarrar de lleno la trepadora y empezar a avanzar por los difíciles peldaños. Hay brotes verdes, en medio de la arena, pero hasta que el césped no llegue a cubrir un poco más la zona de juegos la caída se va a seguir sintiendo por unos meses más, ahí donde duele (en este caso, con el empleo). Para los incrédulos, The Economist vuelve a reirse de la luz al final del camino...

jueves, 23 de julio de 2009

Culpables

Las construcciones sociales son claves para entender procesos históricos, eso es sabido. Pero es dentro de éstas donde las culpas aparecen como conductoras de cambios, posibilidades y negaciones, cuestión que muchas veces no es tomada en cuenta. Veamos lo que sucede ahora en Estados Unidos y en el resto del primer mundo con los economistas. Se lee en un artículo del Economist titulado "What went wrong with economics":

"In the wake of the biggest economic calamity in 80 years that reputation has taken a beating. In the public mind an arrogant profession has been humbled. Though economists are still at the centre of the policy debate—think of Ben Bernanke or Larry Summers in America or Mervyn King in Britain—their pronouncements are viewed with more scepticism than before. The profession itself is suffering from guilt and rancour. In a recent lecture, Paul Krugman, winner of the Nobel prize in economics in 2008, argued that much of the past 30 years of macroeconomics was “spectacularly useless at best, and positively harmful at worst.”

(..) And if economics as a broad discipline deserves a robust defence, so does the free-market paradigm. Too many people, especially in Europe, equate mistakes made by economists with a failure of economic liberalism. Their logic seems to be that if economists got things wrong, then politicians will do better. That is a false—and dangerous—conclusion. "

Basta de economistas, dice el público. Se llevan gran parte de la culpa de esta crisis. Y con sus culpas, cae un gran piedra -como dice el Economist, poco inocentemente- también sobre el libre mercado: es el turno de los políticos al mando de Estados intervencionistas. Como se ve, las culpas se llevan muchas cosas consigo.

Esperando el milagro

Se me ocurrieron varios títulos para este post: "Marcha atrás", "Tachando lo hecho", "Volviendo al 2001", "De regreso a casa"... etc. Y todos habrían sido buenos para ilustrar lo que muestra el gráfico que acompaña: la imparable caída de la confianza de las familias* en 2008 (paradójicamente, la línea verde). Muchas cosas sorprenden cuando uno ve el comportamiento de ese índice el año pasado. La primera es el alto nivel que tenía en enero, y aún más, en febrero. Digan lo que digan (y este otro post da pruebas de ello) los primeros meses del 2008 fueron una especie de "edén económico" (inspiradores, sin dudas, de dichos así), donde la gente confiaba en que las cosas estaban bien.

La segunda cuestión sorprendente es lo que sucedió después de marzo: el desplome ininterrumpido de la confianza a valores inferiores de los de 2005. En los 12 meses del 2008 el índice de confianza de las familias cruzó por todos los valores del indicador en 2005, 2006 y 2007 (de ahí la idea de que el año pasado llevó a "tachar lo hecho" en los años previos). Dos números para ver la baja: en enero del 2008 el indicador estaba en 45%, en diciembre en 33,7%, o sea, 11,3 puntos menos.

El 2009 comenzó mal, y pareciera seguir peor. Y mirando a futuro podemos pensar dos cuestiones. Primero, no hay vuelta atrás en la confianza sin indicios de recuperación económica. Segundo, mucho menos la hay sin un liderazgo político fuerte en el poder. Y en esto se puede observar una tercera cosa sorprendente: el alza de la confianza en 2007 se acentúa desde octubre, momento en que Cristina gana las elecciones. Basta ver "el después" para entender que la confianza se va rápido.

*El Índice de Confianza de las Familias es un índice relevado mensualmente por la Fundación Mercado.El estudio mensual presentado es confeccionado sobre la base de relevamientos en Capital Federal.

viernes, 17 de julio de 2009

Un año...

...y muchas, tantas, cosas.

jueves, 16 de julio de 2009

Decisiones difíciles

¿Cuánto vale -en dinero- un año de vida extra para una persona que está enferma? ¿Cuánto debería pagar un gobierno, mediante su sistema de salud, por ese año (siendo el conjunto de la sociedad el que aporta la plata? Esas y otras preguntas aparecen en este informe del New York Times, titulado "Why We Must Ration Health Care", donde se sigue discutiendo sobre la reforma de salud. La cuestión es sencilla: dinero y gastos en salud ajena, generan dilemas morales. Para entender mejor de qué viene la nota, basta ver los simpáticos -y extremos- cartelitos que se ven acá abajo (y leer este párrafo):

"Is there any limit to how much you would want your insurer to pay for a drug that adds six months to someone’s life? If there is any point at which you say, “No, an extra six months isn’t worth that much,” then you think that health care should be rationed. "

Fundamentalismo del dinero y la salud.

miércoles, 15 de julio de 2009

No la vi venir

La economía es una ciencia llena de reproches. Y es en tiempos de crisis donde las malas previsiones hacen nacer a las críticas a dos voces. Que la caída en el ritmo de crecimiento de la economía argentina se podía ver venir, es cierto. Una economía que crece al 8% anual, probablemente, desacelere esa tasa con el tiempo. Pero que el frenazo iba a ser como el que estamos viviendo, pocos lo hubiesen pensado.

Basta ver la serie del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central) de proyecciones para el crecimiento del PBI argentino en 2009, para darse cuenta de lo que decimos. En marzo del 2008, el promedio de las estimaciones de crecimiento para el 2009 era de 6% (este dato surge de las proyecciones de más de 20 consultoras, bancos y universidad argentinas). Y dado que la mediana de esa variable también tenía ese valor, eso quiere decir que, en general, los participantes del relevamiento del BCRA pensaban en un crecimiento para el 2009 más que interesante. A partir de ese momento, todo fue cuesta abajo.

El conflicto del campo se ve en las proyecciones de abril, mayo y junio. Un menor crecimiento en ese momento sin dudas llevaría a un menor crecimiento del 2009: de 6% pasa a 5,5%. Sin embargo, es a partir de agosto cuando la crisis mundial comienza a derribar expectativas, y llevar por un tobogán al crecimiento local. En diciembre el dato se estabiliza en 2%, una coincidencia que duró poco, y que ahora está por debajo de 1%.

Una última cuestión: la diferencia sustancial entre media y mediana de los últimos meses (la distancia entre la línea azúl y roja) da cuenta de la mayor incertidumbre que se vive en estos días. En un contexto donde hasta las cifras de PBI del INDEC están en duda, proyectar es aún más complicado.

martes, 14 de julio de 2009

Líneas, sólo líneas

Estamos de regreso. Y en estas dos semanas de ausencia el país parece haber tomado otro rumbo. Un rumbo que por ahora es sólo algunas líneas, dentro de un dibujo mucho más grande que debería llamarse "proyecto de país". ¿A qué vamos? Entre diarios, uno puede ver que ya existe un agenda post-elecciones, cargadita, cargadita, y que contiene temas importantes de los cuales mucho no se habla, porque, por ahora, todos prefieren hablar de lo poco que se "dialoga". Me gustaría, en principio, hacer un listado de las reformas que están en los borradores de la política. Los temas son muchos, difíciles, y complicada su realización, pero vale la pena resumirlos, para ver qué pretenden ellos de nosotros. Al mismo tiempo, creo que vale la pena ir encuadrando a cada tópico en relación a experiencias internacionales recientes. En síntesis: decir qué piensan decir que van a hacer, y qué resultados tuvieron esas mismas propuestas en otros países. Vamos con los puntos, que hay mucho para leer.

1) Tipo de cambio real competitivo y política exportadora
("“¿Qué necesitan para exportar más?” será la pregunta que les hará la ministra de Producción, Débora Giorgi, a los empresarios" - Página 12)

Cuesta, tal vez, darse cuenta de la variedad de elementos que comprenden este asunto. Sin embargo, basta mencionar algunos para ver su alcance: inflación, consumo, industria, crecimiento, superávit externo, superávit fiscal, salarios, etc.

De acuerdo a la experiencia de Corea y Taiwán (
como se lee en éste trabajo de Bekerman y Sirlin) un tipo de cambio real alto y estable, y una orientación económica hacia las exportaciones, son elementos claves para concretar un proyecto económico sustentable, partiendo del subdesarrollo.

Hay que admitirlo, gran parte de la recuperación industrial local después del 2002 se la debemos al tipo de cambio alto. No obstante, los pasados 6 años han enseñado una cosa: la Argentina tiene una tendencia natural a la apreciación cambiaria (la "Enfermeda
d holandesa") derivada de sus ventajas competitivas en el agro. Es así: exportamos productos del campo, entran dólares, se revalúa el peso, pierde competitividad la industria local, y dado que es menos "productiva", importamos más de donde es más barato; inevitable. Ni hablemos del tipo de cambio real, otra víctima de la inflación.

Por esta razón es que, más allá de reclamos sectoriales particulares, habría que pensar en un desarrollo industrial a largo plazo, de sectores viables internacionalmente, que compitan por calidad y no por "
bajos salarios" (o lo que es lo mismo, un tipo de cambio muy devaluado).

2) Ingreso universal por hijo
("Hay que revertir un proceso de exclusión y pobreza muy fuerte" - Adrián Pérez, La Nación)

Existe cierto consenso entre la oposición sobre este tópico: todos quieren impulsarlo. Pero el consenso me hace pensar que falta una discusión por detrás, que el gobierno no parece dar, y que conduce a lo de siempre: dicotomías vacías, o sea, bueno o malo, blanco o negro.

Veamos, mejor, para afuera: Canadá, es un ejemplo internacional donde se implementó un sistema así, en el que se dan 100 dólares canadienses mensuales por hijo, hasta los 6 años. En contra de lo que cualquiera podría pensar, este fue un proyecto llevado adelante por un gobierno conservador, en reemplazo de un sistema global de cuidado para los chicos que impulsaba el ala más progresista. Y acá encontramos el tradicional dilema transferencias en especie vs. transferencias en dinero. Las primeras limitan las posibilidades de consumo de las personas, mientras que las segundas dan plena libertad al consumidos de elegir lo que quiere.

Volviendo al caso argentino, habría que preguntarse si mejoras directas en las escuelas y en los hospitales para niños, no serían preferibles a los 200$ por niño que propone el ACyS. ¿Cómo sostener esto? Es más fácil, con decisión política mediante, garantizar que cierto presupuesto se gaste en infraestructura y salarios (docentes y médicos), que garantizar que el dinero dado no se malgaste en la "plena libertad del consumo" de los padres. En términos más económicos: habría que ver cuál es la elasticidad ingreso de la demanda con respecto a ciertos bienes "suntuarios" de los hogares más pobres. Mayor consumo de celulares no sería un progreso.

Sin dudas que el hecho de proponer un ingreso de tipo "universal" es un salto adelante, dado que elimina las tan conocidas discrecionalidades clientelísticas.


3) Política agrícola-ganadera
("Está clara nuestra disposición a conversar y no hace falta ningún emisario para sondear eso que hacemos permanentemente público" - Hugo Biolcati, La Prensa)

Mediaticamente es uno de los temas con más resonancia. Por el lado de las retenciones, tal como las conocemos, no creo que se mantengan. en estos niveles De hecho, ya fueron paulatinamente modificadas desde principios de año. Una cuestión clave en este aspecto va a ser analizar el reacomodamiento de precios internacionales y locales que atañen al sector. Con insumos presumiblemente en baja, y precios en leve mejoría, no queda duda de que la rentabilidad del sector va a haber cambiado.

De todas formas, la discusión sobre la política para el campo, de acuerdo a lo que vi, no trasciende el tema de los derechos de exportación. Basta ver, por ejemplo, los problemas de los productores lácteos de USA (
ver esta nota del Economist), para entender que la complejidad del sector es mucha, y su tratamiento requiere de un debate especializado. Nada de lo que se encuentra en televisión.

4) Otros tantos temas
("Una opinión que comenzaba a prevalecer ayer entre los opositores no peronistas era fijarle al Gobierno un plazo y un temario para acordar en el Congreso" - J. Morales Solá, La Nación)

Sin dudas el INDEC es la vedette del día después de las elecciones. Todos aman al INDEC como un fin en sí mismo, y dejan por detrás a las consecuencias de que sean falsas las estadísticas públicas. Además, nadie habla de la falta de datos de SAGPYA y ONCAA. No me sería extraño escuchar que hay personas que creen que la verdadera inflación es culpa del INDEC. Soluciones rápidas y a otra cosa.

Por otro lado, el sistema bancario y el crédito productivo también deberán dar vueltas por la agenda (ya se habló de una especie de "represión financiera", donde se obliga a los bancos a prestar a una tasa menor a la del mercado). Si se quiere reactivar la inversión, se tiene que prestar.

Mirando al futuro, también debería ir delineándose una política anti inflacionaria, repasar y pensar las causas que la generaron recientemente, y consensuar soluciones. Un acuerdo como el que se estuvo hablando recientemente, entre empresarios-trabajadores-estado, salarial y de precios, -como se hizo en Irlanda-, permitiría pensar en un primer paso.

5) De eso no

Salvo por el magnánimo plan urbanístico de Macri, no se han escuchado propuestas en lo referente al transporte. Tampoco a la educación. Menos se piensa en salud, porque no hay tiempo para eso en la emergencia. Llamativamente, hasta la mismísima inseguridad -diva de la campaña- quedó en segundo plano con la Gripe A. Infraestructura, poco y nada. Puntos suspensivos, de cosas que desde hace meses tienen ganas de caminar hacia algún lado...


Entre líneas se dicen muchas cosas, se piensa poco, se grita más. Del otro lado está la cámara o el grabador, y eso condiciona. Esperemos que puertas adentro, en las mesas de diálogo, íntimo o abierto, se tenga más paciencia y se haga el esfuerzo de ver las cosas desde otro lugar.

jueves, 2 de julio de 2009

Extraña convivencia

En la sección Exterior del diario La Nación de hoy conviven dos notas sumamente opuestas. Mientras que en la primera (del enviado del diario a Honduras, titulada Fuerte desafío de Micheletti a la OEA) se da cuenta de los diversos derechos civiles que se han suspendido en ese país, en la segunda se comenta una editorial del Wall Street Journal de anteayer, donde se califica al golpe de Estado de "extrañamente democrático". Hablando de lo mismo, se debaten dos puntos de vista contrarios:

1) Confiado en que la presión internacional cederá a medida que pase el tiempo, el gobierno de Micheletti restringió ayer aún más las libertades en el país y reforzó el estado de excepción. El presidente interino envió un decreto al Congreso por el que se suprimen cuatro artículos constitucionales que velan por las garantías individuales de los hondureños: la inviolabilidad de la libertad personal, los derechos a la asistencia jurídica al ser detenido, y de asociación, circulación y reunión.

2) "Para lo que suelen ser los golpes militares, el del pasado fin de semana en Honduras fue extrañamente democrático", afirmó el artículo, que añadió que "el ejército no depuso al presidente Manuel Zelaya por sí solo, sino siguiendo una orden de la Corte Suprema [de Honduras]".

De acuerdo a como se lo mire, el golpe es una u otra cosa. Para el americano que piensa en la libertad internacional y en el avance del socialismo, se puede entender claramente lo que representa. Pero a mí, eso de una "democrática" falta de derechos civiles básicos, mucho no convence. Última curiosidad: para no perder el orgullo nacional, y saber que donde hay una noticia, está la Argentina, si uno va a leer directamente el artículo del WSJ se encuentra con este parrafito:

"Mr. Chávez has also exported this brand of one-man-one-vote-once democracy throughout the region. He's succeeded to varying degrees in Ecuador, Bolivia, Argentina and Nicaragua, where his allies have stretched the law and tried to dominate the media and the courts. Mexico escaped in 2006 when Felipe Calderón linked his leftwing opponent to chavismo and barely won the presidency".

Lo decía Borges, y estos muchachitos parecieran compartir: "La democracia es un lamentable abuso de la estadística".